Elba es una mujer indígena de 63 años, vive sola en una humilde vivienda campesina, la cual está ubicada dentro de un bosque. Pasa sus días entre su casa y el bosque. Se provee, en parte, de lo que encuentra en los recorridos que hace diariamente por caminos boscosos, de donde extrae semillas y plantas. Vive obsesionada con una foto que tiene colgada en su cuarto; la foto de una niña indígena, en su día de la Primera Comunión. Llega el día en que Elba tendrá que batallar con sus delirios, revivirlos, expulsarlos. Esto podrá ayudarla, o no, a reencontrarse con ella misma, con su esencia, con sus raíces.