Primero el mar, luego la lluvia y finalmente el río: el agua es una de las pocas constantes en la vida de Dighu, un pequeño niño de ocho años. Le cuesta adaptarse a la vida con sus abuelos en el pueblo de Konkan, una región rural en la costa de la India. Junto a su madre y a su hermana mayor, se ha mudado recientemente desde la ciudad. Extraña por encima de todas las cosas a su padre, que parece haber desaparecido sin dejar ni rastro. La hermana de Dighu tampoco sabe qué le ha sucedido, y tras varios intentos fallidos, ya se ha cansado de preguntar a los adultos. Sólo en su diario y en su imaginación Dighu encuentra algo de consuelo para la pena que siente en su interior.