Desde la escritura del guion hasta el rodaje, pasando por la postproducción y la distribución, la película es una invitación a más de cincuenta artistas, investigadores, estudiantes y aficionados para que recorran en conjunto -de forma poética y especulativa- el mito de 'Lascar'. Lascar aparece tanto como símbolo epiceno y síntoma de herencias fantasmas como modelo ficticio para los jóvenes que se encuentran en los límites de los espacios institucionales artísticos, académicos, mediáticos y estatales