En Luz nos trópicos, Paula Gaitán teje una densa trama de historias, líneas de tiempo y escenarios, entremezclados con cosmologías indígenas, diarios de viaje y literatura antropológica. Inicialmente sigue a un joven de origen indígena. Al principio, está de pie a orillas del East River en invierno. Pronto viaja río arriba a través de la selva brasileña hasta un pueblo, donde es recibido como un viejo amigo. En una segunda historia, se acompaña a un grupo de colonos europeos. También viajan río arriba, buscando una posición desde la que puedan inspeccionar el bosque y el río. Unos 150 años separan las dos capas; a veces, una inmersión en el agua disuelve esta separación en el espacio de un segundo. Más tarde, la película vaga de nuevo hacia el norte y las capas se derrumban unas sobre otras. Entre Walden Pond y el Amazonas sólo hay un corte.