Hilde conduce por el bosque con las cenizas de su tía en el asiento del copiloto. Es la encargada del vestuario en un programa de televisión belga basado en el carnaval del país dirigido por Hawaly, una mujer de Burundi que ha viajado especialmente a Bélgica para preparar el show. Ambas mujeres viajan por el país en coche descubriendo un escenario plagado de fantasmas de Europa del Este con los que comienzan a tener encuentros cada vez más frecuentes. Al parecer, Hilde tiene una extraña habilidad de comunicarse con seres sobrenaturales que Hawaly aprovecha para plasmar en el programa de televisión, creando así un nuevo y revolucionario formato televisivo que cambiará el marketing del terror y el sensacionalismo.